«Castilla, ancha y eterna» (mundo rural, pocos pero con ganas)», es el último libro del escritor y locutor de radio, Julio César Izquierdo.

La publicación comenzó su andadura en la Feria del Libro de Valladolid de la mano de M.A.R. Editor. Tras su presencia en la capital vallisoletana, el autor ha participado en varias presentaciones por diferentes municipios, sea el caso de Medina de Rioseco o Carrión de los Condes.

Asimismo, el pasado 28 de junio – y de la mano del Ateneo de Palencia- el libro se presentaba oficialmente en la capital palentina, contando en la misma con la participación de Miguel Ángel Paniagua, Rosa Aldea y Marcelino García Velasco.

Las próximas citas tendrán lugar el 10 de julio en Ampudia, el 27 en San Cebrián de Campos y el 28 en Paredes de Nava, así como en otros puntos y librerías de Castilla y León.

Una publicación que pone el acento en la situación que se vive actualmente en muchos municipios del país y que tiene como referencias a la comarca de Tierra de Campos en particular y a la comunidad autónoma en general.

“Castilla, ancha y eterna” ha sido publicada por M.A.R. Editor, corriendo el prólogo a cargo del poeta y director de la Institución Tello Téllez de Meneses, Marcelino García Velasco.

 

García Velasco apunta que “la ironía le viene bien a Julio César Izquierdo para cantarle las cuarenta, o las verdades que duelen, al lucero del alba. Y la usa porque está convencido de que la carta ya está echada y no hay vuelta de hoja”.

Añade de igual suerte que hay capítulos “que habrían de ser leídos por un pregonero de voz fuerte en la vencida plaza mayor del pueblo para que los lugareños que quedan digan moviendo la cabeza de arriba abajo, de abajo arriba, sí, señor, sí, sin marcialidad, que eso es de películas americanas de soldados bien pagados o así, sino con resignación -maldita sea- y rebeldía callada, que una vez la gritaron por estos pagos y le exigían al rey que los gobernase como ellos querían y no como a su Consejo le venía en gana, y fueron clavadas sus cabezas en la picota”.

“Castilla, ancha y eterna” es un libro de amor a Castilla y al mismo tiempo la historia de un drama: la temida muerte del mundo rural. “Julio César Izquierdo pone de manifiesto la realidad de los pueblos de su tierra milenaria, la Castilla grande que vertebró España, pero que se puede aplicar por  igual a muchos territorios de nuestro país”, señalan desde M.A.R. Editor.

Es la historia cercana, las vivencias de la gente, y al mismo tiempo un aviso sobre un futuro sin campo. Y lo hace desde el conocimiento directo, sintiendo la tierra en la que vive, siendo partícipe de sus batallas culturales, involucrándose de lleno en las  cuestiones que tienen que ver con el desarrollo rural, el sostenible, el turístico, el etnográfico y el propio del paisaje y el paisanaje.

Justo ahora, cuando corren ríos de tinta sobre la España despoblada y de los problemas sociales que conlleva. Es más, Julio César Izquierdo lo lleva avisando muchos años desde los medios de comunicación y lo plasma en este libro.

 

El autor critica los proyectos y políticas erróneas aplicadas para con los moradores del último paraíso que queda en España: el de los pequeños municipios. Pero no se queda en el victimismo: propone ideas, soluciones, aportando sugerencias interesantes.

Es la radiografía de una situación de la que mucho se habla últimamente. La diferencia, en el caso que nos ocupa, es que Julio César Izquierdo lo hace desde dentro, adquiriendo un significado mayor su palabra más popular: “ruraliano”. En el fondo, es un canto de esperanza, tal y como se evidencia en sus 132 páginas.